En los primeros años de vida a los padres siempre nos quita el sueño los problemas de alimentación de los hijos.
Vamos a ir analizando cada uno de los casos asociados al problema de alimentación de un niño. Hoy hablaremos sobre el tiempo que dedica un niño a la comida y cuando empieza a considerarse un problema, es decir, come demasiado rápido o tarda mucho en comer; en esta última situación acabará haciendo bolas que acabará tirando.
El tiempo que dedica un niño a la comida depende de muchos factores: de su edad, de si tiene hambre, de si le gusta los platos que le han puesto, de la cantidad y, cómo no, de sus habilidades motrices para manejar los cubiertos.
El tiempo normal de comida son de 30 a 40 minutos; ahora bien, hay que tener en cuenta que el hecho de que dispongamos de poco tiempo y queramos que nuestro hijo coma más rápido, o que en la familia se coma rápido y él lo haga más lento o viceversa, no se considera un problema real de alimentación.
Debemos comprobar si hay elementos que le distraigan a la hora de la comida, como por ejemplo ver la televisión o tener juguetes sobre la mesa. La solución es simple, eliminar el elemento distractor.
Otro aspecto importante es vigilar que el niño no pique nada entre las comidas o justo antes de las mismas, para evitar que pierda el apetito.
Hay niños que utilizan la demanda de atención durante la comida como método para distraerse. No debemos entrar en su juego.
En algunas ocasiones, el hecho de que el niño tarde en comer es debido a que no mastica o traga bien, por lo que los padres debemos enseñarle a comer fracciones muy pequeñas y de una en una, para que así no se le junten todas y haga bolas.
Desde Gabinete Psicopedagógico SENDA SL estamos a tu disposición para cualquier consulta que quieras hacernos; nos puedes localizar en el 654 520 362, o bien escribir a informacion@gabinetesenda.com, donde los profesionales del Gabinete os atenderemos con mucho gusto.
1 Comment